Al día siguiente decidimos pasarlo en Santillana del Mar y acercarnos a visitar la cueva de Altamira. Santillana como dice la leyenda es el municipio de las tres mentiras pues ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, pero aun así visitamos uno de los municipios considerados de los más bonitos de España y nosotros lo confirmamos. Empezamos dando una vuelta por la villa con sus calles empedradas y casas con artesonado de madera que le da ese encanto medieval y paseando llegamos hasta la colegiata y su imponente claustro. Retornamos a los coches y nos encontramos un pequeño museo no apto para todos los públicos sobre todo para los más pequeños así que los que ya lo habíamos visto, nos quedamos con los niños y el resto de adultos lo visitaron

El museo en cuestión es el museo de la tortura, es un museo privado y de los más visitados de Santillana. Llama la atención los límites del ingenio del ser humano y no precisamente para hacer el bien.